Todos, en alguna oportunidad, fuimos testigos de una escena como esta: dos adultos conversan tranquilamente en un café y de golpe ¡buaaaaa! (explota el llanto desconsolado de un bebé). La mamá intenta calmarlo en varias oportunidades pero no lo logra, hasta que de pronto saca de su bolsillo la solución mágica: el celular. Un segundo después de que el niño observa la pantalla azul del dispositivo, se genera el más profundo silencio y así, los padres pueden continuar conversando.
Es un hecho: los artefactos tecnológicos son elementales en nuestra vida cotidiana. No podemos despegarnos ni un día de ellos aunque queramos (o sí pero cuesta un montón). El problema es más grave cuando, sin darnos cuenta, creamos la misma dependencia en nuestros hijos.
Es cierto, darle un celular a un niño es un calmante instantáneo, pero al hacerlo le estamos enseñando indirectamente que si hace berrinches recibirá un celular o una tablet. Con el tiempo aprenderá a usar ese método para conseguir otras cosas que quiera, pero este no es el único problema.
¿Cómo les afecta el uso de celulares en bebés?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños menores de dos años no usen para nada los dispositivos electrónicos. Recién entre los 2 y 5 años se recomienda solo una hora diaria frente a las pantallas. El uso de celulares en bebés puede empeorar el desarrollo emocional, les causa conflictos para controlar la frustración, provoca dificultades en el lenguaje y altera su capacidad para relacionarse con otros niños.
Entonces, cómo calmar a un niño sin pantallas:
Primero hay que analizar el motivo de su llanto, puede que tenga hambre, frío o alguna molestia. Si tiene sueño, el mejor calmante es el contacto físico para ayudarlo a que se relaje. Alzarlo y mecerlo unos minutos puede ser suficiente. Si no se relaja, un baño le ayudará a calmarse y conciliar mejor el sueño. Es recomendable tener una rutina de sueño que incluya un baño y masajes antes de dormir. Si se acostumbra a ella descansará mucho mejor.
Si su molestia es porque está aburrido significa que es el mejor momento para despertar su creatividad. A su corta edad se entretienen con juegos muy simples como dibujar, leer, identificar colores, animales o personas por su nombre.
¿Por qué un celular no es un buen estímulo?
Un simple video musical tiene demasiados sonidos, formas y colores. Se van a acostumbrar a ese nivel de estimulación y cualquier otro juego les parecerá aburrido. Además el bebé en ese momento no tiene nada que hacer, su cerebro no trabaja para aprender nuevas habilidades.
No siempre van a estar prohibidos
Nuestros hijos imitan todo lo que ven y lo que hacemos. Así que de tanto vernos usando el celular seguramente tengan curiosidad y quieran ver de qué se trata. No podemos prohibirles ver un video, pero debemos tratar que ese momento sea lo más activo posible ¿Cómo? Usando ese video para señalar colores o formas, para cantar una canción o hacer un dibujo.
A medida que vayan creciendo, seguramente demuestren más interés por usar dispositivos electrónicos, no podemos prohibirles por completo, pero debemos moderar su uso y cuidar que no abandonen otros juegos que sí contribuyen a su desarrollo cognitivo.
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